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Sí, el conocimiento potencia a las empresas

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Fecha: 
7 Abril, 2022

Fuente:

Autor: 
Adhemar Poma de Chama

Tenemos que reconocer que la idea y la materialización de un emprendimiento es el resultado de una decisión autónoma, ya sea personal o colectiva; pero al mismo tiempo es la expresión de la persona o personas en la búsqueda y concreción de objetivos propios o conjuntos. Sin embargo, un factor significativo para el inicio, consolidación y crecimiento de los negocios es la irradiación del conocimiento y la cualificación de las personas que integran las empresas. Esto permitirá que los negocios sobrevivan y prosperen contribuyendo al desarrollo del país mediante la generación de empleos e ingresos.

 

No obstante, siendo un tema de vital significación, la cultura del conocimiento para el crecimiento y desarrollo empresarial aún no forma parte de ninguna estrategia estatal, ya sea de nivel nacional, departamental o municipal; sensiblemente, hoy es la cuestión política la que está por encima de la agenda de apoyo y asistencia integral a los pequeños y medianos emprendedores del país. Por tanto, será necesario desarrollar el diseño y luego la implementación de políticas públicas que promuevan la cultura de la capacitación entre los emprendedores de tal forma que la empresa pueda ser gestionada de manera competitiva y sostenible. El esparcimiento permanente de información y su valoración positiva podrán asegurar la consolidación y evolución del negocio.

 

En esta tesitura, es imprescindible crear dispositivos que ofrezcan un flujo incesante de conocimiento de calidad con base en programas de cualificación laboral y productiva, coloquios, eventos, seminarios, talleres de entrenamiento, consultorías y otros canales que utilicen modos convencionales y no convencionales, como las nuevas tecnologías de información y comunicación. Así, el conocimiento debe constituirse en la “molécula” para lograr el funcionamiento armónico e integral del emprendimiento, contemplando y respetando las peculiaridades, necesidades y diferencias de sus integrantes; cambiando vidas y transformando empresas. 

 

dsc_7559.jpgEsto significa crear un macizo sistema de información y formación cuyo foco sean los emprendedores, un sistema que aplique diferentes e innovadoras modalidades de capacitación, que conciba y practique estrategias de co e inter aprendizaje entre los propios beneficiarios. Este sistema deberá contener itinerarios y rumbos de formación de acuerdo con las necesidades y demandas de los beneficiarios y del propio entorno productivo-empresarial. Un detalle no menor será la certificación del emprendedor formado o fortalecido, constancia que le facilitará futuros procesos de renovación permanente. 

 

En este punto también es importante reflexionar sobre el rol que juega el sistema educativo formal que cumple un papel inerme hacia los emprendedores pues su función está más orientada a las poblaciones etarias jóvenes. Son pocos o casi inexistentes los centros de formación terciaria o universitaria que tienen proyectos o programas dirigidos con exclusividad a personas con amplio “bagaje empírico”; aquellas personas que han aprendido en la universidad de la calle, en la academia de la vida cotidiana y que requieren cualificar sus capacidades de forma permanente. 

 

Por otro lado, hay que aceptar el fuerte dinamismo y la evolución actual del sector de los servicios en Bolivia, aspecto que está representando la generación de nuevos empleos en segmentos con potencial emergente como el folclore, la cultura, el entretenimiento y la logística, entre otros. Son nuevos nichos de oportunidad que requieren atención decidida. En tal sentido, vincular estas nuevas coyunturas con ofertas de conocimiento de calidad es una alternativa estratégica para aumentar nuestra competitividad.  

 

Finalmente, ampliar oportunidades entregando conocimiento y mejorar la atención a los emprendedores y sus emprendimientos debe ser el desafío del Estado, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. Diseminar información de buena calidad de modo individual o colectivo, de manera presencial o virtual, derivará en resultados efectivos para miles de pequeños negocios en Bolivia. Está claro que en un entorno desafiante como el actual, la búsqueda de la excelencia es el requisito número uno para la expansión de los negocios. Y para lograrlo no existe otro camino que aquel que está señalado por el cultivo del conocimiento. 

 

 

 

Autor:  Adhemar Poma de Chama es especialista en educación y desarrollo

adhemarpoma@gmail.com

https://www.adhemarpoma.com/

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